Dalida
EL RESTAURANTE ITALIANO C. Toro, P. Delanoë - T. Cutugno, Minellono 1983
Ciertas tardes de soledad que niebla gris en la ciudad,
Salgo a buscar y a revivir algo de Italia por allí.
Esta al final de un callejón,
Es un lugar encantador,
Mitad hogar, mitad pensión;
Mitad que sí, mitad que no.
Un restaurante italiano donde se habla con las manos,
Donde brilla en un cartel el sol napolitano.
Un restaurante italiano,
Donde todas las tragedias se convierten en comedias.
Donde el buen humor preside la sesión.
Ahí no falta una canción,
Ahí se habla en altavoz ahí se tiene la impresión de gran señor y de bufón,
El propietario viene a ti,
Embajador de su país,
Chasca el pulgar y el corazón
Y da comienzo la función.
Un restaurante italiano donde se habla con las manos,
Donde brilla en un cartel el sol napolitano.
Un restaurante italiano,
Donde todas las tragedias se convierten en comedias.
Donde el buen humor preside la sesión.
Se habla de todo en general,
Pero de nada en especial,
Algún poeta sin papel,
Escribe un verso en el mantel.
Una pareja en un rincón se besa sin ningún pudor,
Con la lectura del menú,
El cielo gris se vuelve azul.